Algunos pensamientos de Enrique Low Murtra:
"Un país sin justicia se ve abocado a la peor de todas las hecatombes: la autojusticia. Si se pierde la fe en el sistema judicial, se busca como solución la administración de justicia por la propia mano. Esta es la antesala de todos los males, el derrumbe de la democracia. "
"La clase dirigente del país debe hacer un examen de conciencia y reconocer la necesidad de algunas reformas en el país. El Congreso, por ejemplo, debe tener la voluntad política para hacer realidad cambios tan importantes como las reformas urbana y agraria. "
"Ante el clima de violencia que vive el país, es necesario recuperar la fuerza moral y el respeto por la vida".
"Tenemos la energía de un pueblo capaz de transformar las angustias propias en soluciones, los problemas de la hora en horizontes más ambiciosos y fructíferos para el futuro."
"El único elemento fundamental, cierto, absoluto, es el sentido transitorio de la existencia. Entonces, hay que darle a la existencia un sentido vital, alguna razón de ser, y la única forma de dárselo es volver los ojos hacia lo que es trascendente. Y la trascendencia fundamental es el pensamiento en Dios."
"El peor problema que pueda tener uno como ser humano es que le vayan a mancillar el único patrimonio que le ha quedado a uno después de toda una vida, que es el patrimonio moral."
"Lo importante son los PASOS que demos y no los PESOS que ganemos. "
De Enrique Peñalosa Londoño:
"Era su sabiduría más profunda, como la que debieron tener los profetas de la antigüedad. Su integridad era tan absoluta que irradiaba paz; parsimonioso, con su sonrisa, con su alegría, dulzura y sabiduría de maestro".
De Jaime Vázquez Caro:
"Quiero recordar al Enrique ingenuo y distraído que se burlaba de sus propias torpezas en lo cotidiano. Al Enrique de la sencillez para ver y disfrutar las cosas simples y las más profundas. Al de los zapatos rotos y mal abotonado que nos enseñó a tener fé en el Estado, en la Justicia, y que pagó con la vida por sus creencias".
De Jaime Perdomo:
"En las aulas universitarias los profesores y los estudiantes evocaremos con dolor la voz del catedrático que las llenaba no solamente con su potencia sino con su profundo discurrir sobre los campos del derecho y de la economía. Con su sonrisa amistosa, de hombre limpio, cargado de libros y de inquietudes. Enrique aparecía con cierto aire de profesor distraído, se olvidaba de mirar el reloj para terminar la hora de clase, concentrado en su tema, en tantos salones que iluminó con su vocación científica y su amor por Colombia".
De Rafael Gutiérrez Solano:
"Tuve el privilegio de conocerlo y admirarlo por haber sido uno de sus discípulos. Acercarse a Enrique Low era una experiencia extraordinaria, hombre asequible y amable, inspiraba desde un primer instante la confianza propia del maestro sabio y desinteresado."
De Fernando Carrillo Florez durante el homenaje que se le rindió al colocar su fotografía en el salón de los Mártires de la Justicia:
"Multiples virtudes adornan la vida de este varón ejemplar. Su brillante inteligencia, su espíritu vigoroso, su corazón gallardo, su vocación innata de servicio al país y a la comunidad, sus recios principios morales, fruto de su acendrado espíritu cristiano y de la fé religiosa que alimentó su vida e iluminó su conducta, colocan a Enrique Low Murtra como hombre paradigmático y ejemplar en el concierto nacional, modelo para nuestra juventud que necesita alimentar sus ansias de cambio y superación en seres que como él pusieron en alto las virtudes de la raza y le sirvieron al país con total entrega, gran lealtad y singular amor patrio."
